La Inteligencia Empresarial (BI) puede ayudar a las empresas a descubrir oportunidades de crecimiento y mejorar el desempeño. Si se implementa correctamente, se puede obtener un retorno significativo de su inversión.
¿Qué es el ROI?
El retorno de la inversión (ROI) es una métrica común que se usa para evaluar el rendimiento de una inversión. Se calcula dividiendo el beneficio neto de la inversión entre el costo total de la inversión y multiplicándola por 100. Por ejemplo, si un negocio invierte $10.000 y obtiene un beneficio neto de $15.000, su ROI sería del 50%. El ROI permite a las empresas medir cómo se están ejecutando sus proyectos en función del costo, brindándoles información sobre los resultados potenciales anteriores a la realización de cada proyecto.
Algunas formas en que las empresas pueden obtener un mayor ROI de la tecnología BI son:
Desarrollando arquitecturas escalables:
Buscar soluciones escalables e integrables que permitan la agregación de mayores volúmenes de datos. Esto permitirá a las organizaciones mantenerse al día con nuevos avances tecnológicos y tendencias sin tener que reinvertir grandes sumas de dinero cada vez.
Mejorando los procesos del flujo de trabajo:
Utilizar herramientas avanzadas para optimizar los procesos del negocio clave. Esto mejorará la productividad general y reducirá los costos operativos.
Herramientas automatizadas de análisis: estas herramientas automatizan parte del análisis manual, lo que permite que los empleados se concentren en actividades estratégicas más importantes para su negocio.
Involucrando a toda la organización en el proceso: compartiendo información y fomentando la comunicación entre áreas clave, se garantiza una colaboración efectiva entre departamentos e individuos al implementar la tecnología BI en sus negocios. Esta colaboración global ayuda a la organización a establecer objetivos claros y evaluar el progreso regularmente para maximizar el retorno de sus inversiones en BI.
En conclusión, la Inteligencia Empresarial (BI) puede ser una herramienta útil para mejorar el rendimiento de un negocio y obtener un mayor retorno de su inversión. La adopción de soluciones escalables, mejoras en los procesos del flujo de trabajo, herramientas automatizadas de análisis e involucrando a toda la organización en el proceso son formas clave para aprovechar al máximo esta tecnología.
